Retrasos

   El Predictor marcaba las dos rayas. ¡Por fin! Ya estaban a punto de perder toda esperanza. Llevaban mucho tiempo intentándolo. ¡Menuda alegría le iba a dar a su marido! Él lo deseaba casi tanto como ella, por eso no había querido decirle nada, para sorprenderle si el embarazo se confirmaba. Aunque ella en principio no estaba de acuerdo, aceptó que no acudirían a los médicos. Ni culpa tuya ni mía. Si no puede ser, no puede ser. Voluntad de Dios. Ahora tocaba abrir juntos la botella de cava que tenían reservada para la ocasión. Ella, naturalmente, sólo se mojaría los labios. Debía empezar a cuidarse. Por suerte,  le daba tiempo de improvisar una cenita especial. Él había llamado para avisar que se retrasaba un poco. Lo que no explicó fue el verdadero motivo. Quería pasar por la clínica a recoger personalmente el resultado de la prueba que en secreto se había hecho y que iba a confirmarle su absoluta esterilidad.


Publicado en estanochetecuento.com
Foto: Freepik.es

No hay comentarios: