Mujer florero


Era una Venus surgida de las aguas de un barrio obrero. Antes de ser capaz de reco
nocerse en el espejo,    todos le alababan su carita de ángel, sus ojos de cielo y la dorada gracia de su pelito ondulado. Pensó pues que ejercer de guapa podría abrirle más puertas que los libros de texto.  Amante de la moda y sus brillos, aspirante a modelo y creyéndose actriz, se instaló en la capital del reino. Pronto comprendió que para ser mera figurante en un anuncio de lencería o azafata de concurso mañanero, debía bucear bajo demasiadas mesas de despacho. Por eso, cuando aquel hombre opaco de turbios negocios le ofreció ser la guinda de su ostentosa vida, aceptó el papel de mujer florero que finge ignorar la ciénaga sobre la que se alza su torre de marfil. Pero al descubrir que lujo y felicidad no son sinónimos, quiso tapar el abismo maltratando su figura con bombones y bourbon. Así llegó al momento que hizo temblar su lugar en el mundo, aquel en que su marido, al verla estrenar el vestido amarillo y carísimo elegido para su cena de aniversario, le espetó, con gesto de desaprobación, que estaba empezando a engordar.


Publicado en estanochetecuento.com
(Un relato con un máximo de 200 palabras en el que el vestido o la moda tengan un especial protagonismo

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