Quiso
darle un último beso húmedo y profundo después de vestirse.
- Buenas noches, mi amor, que
duermas bien.
- Que descanses. Te quiero.
Salió al pasillo cerrando la
puerta tras de sí y abriendo la de la habitación contigua que igualmente cerró con un leve golpe que
sonó a profunda tristeza
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