We´ll always have Paris


    Nos gustaba el cine clásico y pasábamos las tardes de los domingos viendo películas en blanco y negro, versión original subtituladas. Nosotros, sin embargo, vivíamos nuestra propia película en color e iluminada por la sencilla alegría de estar juntos. Hasta que un giro inesperado en el guion, un impacto súbito de metal y vidrio, hizo que todo se fundiera en negro. Ahora sé cuándo es domingo porque vienes a verme. Porque tomas mi mano inmóvil y me hablas, convencida, como todos, de que estoy ausente. Pero sigo aquí y te he oído contarme que aún me quieres. Que la vida sigue. Que te vas a vivir con él. Sé que has llorado. He notado humedad de lágrimas al posar tu acostumbrado beso en mi frente. Luego te has marchado dejándome en esta soledad de hospital que hoy se ha vuelto más oscura que nunca y he visto despegar tu avión entre la bruma nocturna mientras aún resonaba en mis oídos esa frase que nunca dije: “We´ll always have Paris”

No hay comentarios: