Indefenso



Juré en su día desempeñar mi cometido con rectitud y honestidad. Ella en cambio no sólo ha ejercido el derecho a mentir que la ley otorga a los acusados, sino que ha desafiado a la verdad de esa manera perversa y refinada con la que siempre actúan las mujeres de su calaña. Las pruebas resultan inequívocas. Los hechos incuestionables. Ha quedado claro que fue ella. Que lo planeó minuciosamente. Que actuó con frialdad y carece de remordimientos.  Y yo sin embargo me siento tan indefenso ante su fascinante maldad que temo sucumbir mientras declaro, golpeando con la maza: “Visto para sentencia”


(Relato publicado en la página "El Bic Naranja.: Viernes Creativos" y escrito a partir de la foto propuesta).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uy, uy, uy. Un caso insólito de prevaricación sin móvil económico, sólo por amor al arte, o mejor dicho a la perversa artista. ¿Cómo llamaríamos a este caso?
Enhorabuena. Luciano Montero.