Él pensaba que antes o después se cruzaría con la mujer de su vida y que la reconocería porque ya su futuro dejaría de tener sentido sin ella. Ella también estaba convencida de que el hombre de su vida estaba aun por llegar.
Aquella mañana sus miradas se
encontraron. Él huía de su aburrimiento con un grupo de turistas japoneses, camino
del museo. Ella paseaba su soledad por el parque añorando las rosas que de
nadie recibía.
Se supieron enseguida y acataron
que a partir de ese momento no tendrían nada mejor que hacer que estar juntos. Y
así van pasando los días, sentados en el mismo banco y haciendo como que no, mientras
esperan que sea el otro el que se decida, por fin, a pronunciar la primera
palabra.
Relato escrito para "El Bic Naranja. Los Viernes Creativos" a partir de la foto de Miss Beige.
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