Mensajes

              Se conocieron en un chat a través del teléfono móvil. A las pocas frases descubrieron motivos para verse y lo hicieron en un café de la Gran Vía, junto al ventanal que daba a una tarde de otoño. Se gustaron mucho, pese a esa timidez que les impedía decir lo que de verdad iban sintiendo. Cuando estaban juntos sólo hablaban de banalidades. Después se despedían e intercambiaban mensajes: "Me encantaría recorrerme en tus besos" "Quisiera amanecerte a mi lado"... Al encontrarse de nuevo, volvían a las banalidades. Hoy por fin, mientras se revolcaban juntos descubriendo por primera vez el palpito caliente de sus cuerpos, uno de los dos cogió el teléfono móvil y puso un mensaje: "Te quiero". "Yo también", fue el mensaje respuesta. Y continuaron con lo suyo.

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