Cada
mañana le despertaba dándole los buenos días y deseándole una feliz jornada.
Era la voz de la mujer de la radio. Desde que, buscando en el dial, la escuchó
por primera vez, se convirtió en su fiel oyente mientras ejecutaba las rutinas
diarias antes de emprender el camino hacia el trabajo. Nada más descubrir
aquella sintonía y escuchar esa vieja canción de Astor Piazzolla “Cuenta Conmigo", su canción, empezó a sospechar que él no era un oyente más. Prestando más atención llegó a
percatarse de los mensajes secretos que, por algún motivo todavía ignorado, le
dirigía la locutora. Y día tras día fue descubriendo que toda su charla no tenía otro destinatario que él mismo. Que ella, entre canción
y canción, para él sin duda escogidas, le hablaba con cercanía y confianza,
ignorando que a esas horas habría cientos, quizás miles de oyentes también
atentos a la radio. Halagado, no podía por
menos que agradecer el esfuerzo que su amable amiga se tomaba sólo por
agradarle y se hacía cargo, al fin y al cabo, de que sólo era una más de las
muchas a las que había enamorado dispuesta, esta vez a través de las invisibles
ondas de la radio, a atrapar su solitario corazón, si él se dejara.
https://www.youtube.com/watch?v=ZQELGZshdlo&nohtml5=False
https://www.youtube.com/watch?v=-lXWnX_tuVk&nohtml5=False
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