Puede


Puede que el embate de las olas les haga perder el equilibrio y sin querer se precipiten el uno sobre el otro para volver a tomar contacto cuerpo a cuerpo, en un abrazo involuntario que les hará retroceder al tiempo en el que tenerse lo ocupaba todo. Y así, encontrándose de nuevo, sentirán que se elevan mientras el barco en el que intentaron escapar del aburrimiento los lleva para siempre al fondo del mar.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gusta Alberto. ¡Un saludo!