Costumbre

          Las mañanas de sol seguirán siendo para dar nuestro paseo. Para hablar, ya lo sabes, de lo poco que nos queda por hacer y de esa ingrata obligación de estar solos aunque sigamos acordándonos de ellas y añoremos a los hijos que se marcharon para darnos unos nietos a los que vemos tan poco. Ya ni siquiera debatiremos de política, ni discutiremos de fútbol. Nos hemos hecho viejos, mi buen amigo, sin perder nuestra costumbre de caminar por el parque y no vamos a dejar de hacerlo por más que hoy te empeñes en no querer despertarte.


No hay comentarios: